ENFOQUE DEMOCRATICO
En la década de los 90 (siglo pasado), mucho se hablaba de la necesidad de democratizar la calidad, argumentando que debería ser de “todos” y no solamente un conocimiento de “especialistas” o de ciertos departamentos. Por esto se impulsaba el término de Calidad Total, ya que debía incluir a todo el personal de cualquier empresa.
Una tendencia clara, al menos en México es la de asociar los niveles de conocimiento y uso de herramientas estadísticas y sin la intención de estar a favor o en contra de esta categorización, es claro que hemos regresado a un estado donde la “Calidad nuevamente no es democrática” y depende, sobre todo, en materia de estadística avanzada, a un grupo selecto de personas en una organización que no necesariamente corresponde con niveles jerárquicos (los “cintas negras” no necesariamente son directores y los “cintas verdes” son operativos), son niveles de habilidades personales.
Queramos aceptarlo o no, este enfoque manejado equivocadamente, nos regresa al estado donde la calidad la definen los especialistas y el conocimiento se centraliza.
LA DEMOCRACIA EN LA ACTUALIDAD
Hoy es clara la diferencia entre un enfoque democrático de conocimiento (aplicado por la mayoría de empresas japonesas y de Asia) y uno que centraliza en especialistas y centraliza el conocimiento en pocos individuos (tendencia actual en México).
Ambos enfoques dan resultados y no es mi intención estereotipar o abogar por uno de estos, sin embargo, el enfoque que a largo plazo genera mayor beneficio y resultados es aquél que permite que TODO el personal desarrolle habilidades y que tenga las herramientas para tomar decisiones (enfoque democrático) y no solo se tenga la opción donde se requiere de especialistas (enfoque centralista)
DEMOCRACIA:
El sistema político democrático es la forma de gobierno más extendida en la actualidad. Pero este sistema no se alcanza o se rechaza de forma absoluta; es decir, no es que haya algunos países que sean democráticos y otros no, sino que, como todo principio, es un sistema que debe ir mejorando y reforzando sus instituciones con el tiempo. En otras palabras, más que conseguirla de forma absoluta, la democracia se va optimizando y perfeccionando poco a poco, con el objetivo de servir mejor a sus ciudadanos.En primer lugar, debemos tener presente que toda democracia y Estado Constitucional de Derecho garantiza y protege los derechos fundamentales. Luego de las atrocidades cometidas en la Segunda Guerra Mundial, las Constituciones de los países democráticos establecieron ciertos derechos, considerados fundamentales, basados en la dignidad del individuo y que funcionan como un límite al ejercicio del poder. Independientemente de la opinión religiosa o política, de la condición social o económica, e independientemente de si se pertenezca a la minoría más pequeña o la mayoría más grande, todas las personas tienen derechos fundamentales sin los cuales, se entiende, no podrían alcanzar su autorrealización.
La existencia de los derechos fundamentales es la garantía que ofrecen los sistemas democráticos para que cada individuo pueda desarrollarse como mejor le parezca, ejercer su identidad sin impedimento de la sociedad o el poder político, y, finalmente, alcanzar la felicidad. Por tanto, solo las democracias pueden garantizar plenamente la vigencia de los derechos fundamentales.
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